Aprendiendo a tocar instrumentos musicales

Hoy en día, muchas personas son conscientes de los grandes beneficios que aprender a tocar un instrumento musical puede tener en sus vidas, tanto emocionales como académicas y mentales. Por esta razón, muchos padres y maestros animan a sus hijos o alumnos a practicar música y participar en eventos musicales, independientemente de si la música será una actividad para toda la vida y una carrera profesional. Dicho esto, algunos tendemos a ignorar uno de los pasos más cruciales al aprender a tocar un instrumento musical, lo que nos lleva a tropezar al principio de nuestra búsqueda musical y a apagar nuestra pasión por la música incluso antes de empezar. Es decir, tendemos a obligarnos a aprender el instrumento que tocamos en lugar de simplemente tocarlo. Los estudios académicos, como las matemáticas, las ciencias y la alfabetización, generalmente se componen de una vasta recopilación de datos y sentido común. Por lo tanto, todo lo que se necesita del estudiante es el interés por aprender y la voluntad de escuchar y adquirir conocimientos. Por lo tanto, incluso obligándose a aprender, a veces sin ningún interés en lo que se enseña o estudia, la capacidad de adquirir conocimientos e información se logra fácilmente. Sin embargo, el estudio de la música es muy diferente. Solo podemos aprender música cuando tenemos interés y sensibilidad por ella, y sobre todo, cuando no nos obligamos a tocar el instrumento que intentamos tocar, sino que jugamos con la música. Explorar tu nuevo instrumento como pasatiempo mientras te relajas, como hobby o simplemente por diversión te brindará la experiencia de aprendizaje musical más deseable. Por ejemplo, si vas a clases de batería y en la primera clase tu profesor de música te explica en la pizarra los diferentes ritmos y tempos, la posición exacta de tu pie izquierdo en el bajo o a cuántos centímetros de la caja debes colocar tu mano, te sugiero que cambies a tu profesor actual por otro, porque definitivamente no serás baterista. Un buen profesor de música comenzará tu primera clase sentándote en el taburete, mostrándote dónde colocarte y ¡luego te hará empezar a tocar! Por supuesto, necesitarás práctica y paciencia, pero la clave para aprender a tocar un instrumento musical no está en intentarlo, sino en tocar. Sí, tu primer concierto podría necesitar algo de ayuda, pero tocando constantemente te escucharás y sabrás dónde lo estás haciendo bien y dónde necesitas hacer algunos cambios. Recuerda, no intentes tocar la batería, solo toca y en poco tiempo estarás aprendiendo y, lo mejor de todo, ¡te divertirás mucho! Por supuesto, una vez que tengas lo básico, aprenderás diferentes ritmos, tempos, notas musicales y similares, pero eso es solo DESPUÉS de haber adquirido los fundamentos. Este paso crítico y más importante al acercarse a un instrumento musical aplica no solo cuando los adultos aprendemos a tocar música, sino también para los niños. Cuando tu hijo comience a explorar su instrumento, no lo presiones para que aprenda a tocar, más bien déjalo que juegue y experimente con él primero. ¡Los resultados serán realmente asombrosos!

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