¿La voz y la música están separadas?

Algunas personas podrían encontrar mi concepto de separar la voz de la música al aprender a cantar bastante extraño, controvertido o incluso francamente blasfemo. Sin embargo, aunque ambos procesos pueden y se usan juntos con frecuencia, lo cierto es que siguen siendo entidades separadas. Los profesionales los han estado desarrollando por separado constantemente, aunque algunos se den cuenta y otros no. Por ejemplo, profesionales como oradores, abogados, actores, etc., necesitan aprender a dominar sus voces. Necesitan ser capaces de hacer inflexiones, crear tensión y resolución, usar diferentes tonos, timbres, efectos, etc. Pero todo esto lo hacen sin aplicar las leyes armónicas y melódicas que se encuentran en la música. Curiosamente, las técnicas que estos maestros vocalistas usan se pueden aplicar fácilmente al canto en un contexto musical, con suficiente tiempo y práctica. Es interesante, pero ¿cómo puede ayudar en la práctica? Algunas maneras: 1) Desmiente los mitos sobre el canto: cantar solía ser un "don". O lo tienes o no lo tienes. Y quienes lo tienen lo hacen alarde de tal autoridad que los que no lo tienen se reirían del aparente don que no les fue otorgado. Bueno, una vez que te des cuenta de que cantar no es más que hablar controlado, te liberarás de estas creencias limitantes. Incluso puedes aplicarlo a otras áreas de la vida: pintar es escribir controlado, y... No puedo pensar en otro ejemplo ahora mismo, pero entiendes la idea. El truco no es tener un "don". El truco es comprender la mecánica simple que hace que algo funcione y dedicarte a ello hasta alcanzar un nivel de maestría que sea tan agradable para el público que parezca un regalo del mismísimo Creador. 2) Elimina los obstáculos del proceso de aprendizaje: a la mayoría de los cantantes se les enseña desde pequeños a desarrollar simultáneamente sus voces y oídos usando escalas, técnicas de respiración, trinos, bends, etc. No hay nada malo en ello, pero son útiles cuando ya tienes una voz que funciona en el rango, tono, velocidad, etc. que quieres. Aprender escalas y estructuras musicales a la vez es como enseñarle a un bebé los pasos de un vals. Lo que el bebé necesita primero son piernas completamente funcionales. Después podrá decidir si quiere usarlas para correr, bailar, saltar, lo que sea. Si decide aprender el vals, entrenará sus piernas para los pasos específicos de ese baile. 3) Reduce la presión del sonido: como no nos preocupa el sonido en el contexto musical, podemos estar más relajados y explorar más la voz. Te sorprendería lo que tu voz puede hacer si te dejas llevar y la escuchas desde una perspectiva distinta a la de la repetición de notas y secuencias. Al practicar con escalas, tu atención se divide entre dos cosas: las acciones necesarias para producir el sonido y comprobar que el sonido producido sea el correcto. Al dejar de lado la necesidad de producir la nota correcta dentro de la escala con un tono perfecto, ahora puedes concentrarte en cómo se siente al producir las notas. Espero que disfrutes del resto de los artículos del sitio. ¡Sigamos aprendiendo juntos!